Fragmento de Protágoras de Platón


“…los que llevan las enseñanzas por las ciudades, vendiéndolas y traficando con ellas, ante quien siempre está dispuesto a comprar, alaban todo lo que venden. Mas, probablemente, algunos de éstos, querido amigo, desconocen qué, de lo que venden, es provechoso o perjudicial para el alma; y lo mismo cabe decir de los que les compran, a no ser que alguno sea también, por casualidad, médico del alma. Por lo tanto, si eres entendido en cuál de estas mercancías es provechosa y cuál perjudicial, puedes ir seguro a comprar las enseñanzas a Protágoras o a cualquier otro.

Pero si no, procura, mi buen amigo, no arriesgar ni poner en peligro lo más preciado, pues mucho mayor riesgo se corre en la compra de enseñanzas que en la de alimentos. Porque quien compra comida o bebida al traficante o al comerciante puede transportar esto en otros recipientes y, depositándolo en casa, antes de proceder a beberlo o comerlo, puede llamar a un entendido para pedirle consejo sobre lo que es comestible o potable y lo que no, y en qué cantidad y cuándo; de modo que no se corre gran riesgo en la compra. Pero las enseñanzas no se pueden transportar en otro recipiente, sino que, una vez pagado su precio, necesariamente, el que adquiere una enseñanza marcha ya, llevándola en su propia alma, dañado o beneficiado.”




miércoles, 14 de enero de 2015

Martes 13.





En Rumanía trae mala suerte el primer día del mes. Ese día no se pueden gastar bromas porque creen que trae mala suerte en todo el mes. 

Cruzarse con un gato creen también que trae mala suerte.

En fin de año también hay una tradición relacionada. La víspera se hace un pan en casa. Se esconde en él una moneda. El 31, a las 12 de la noche, los padres parten el pan. Lo hacen de pie, troceándolo con las manos: El padre con una y la madre con las dos manos. Al que le toca la moneda tendrá buena suerte todo el año.



Denisa Violeta Bairam. IES de Llanes.


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