Fragmento de Protágoras de Platón


“…los que llevan las enseñanzas por las ciudades, vendiéndolas y traficando con ellas, ante quien siempre está dispuesto a comprar, alaban todo lo que venden. Mas, probablemente, algunos de éstos, querido amigo, desconocen qué, de lo que venden, es provechoso o perjudicial para el alma; y lo mismo cabe decir de los que les compran, a no ser que alguno sea también, por casualidad, médico del alma. Por lo tanto, si eres entendido en cuál de estas mercancías es provechosa y cuál perjudicial, puedes ir seguro a comprar las enseñanzas a Protágoras o a cualquier otro.

Pero si no, procura, mi buen amigo, no arriesgar ni poner en peligro lo más preciado, pues mucho mayor riesgo se corre en la compra de enseñanzas que en la de alimentos. Porque quien compra comida o bebida al traficante o al comerciante puede transportar esto en otros recipientes y, depositándolo en casa, antes de proceder a beberlo o comerlo, puede llamar a un entendido para pedirle consejo sobre lo que es comestible o potable y lo que no, y en qué cantidad y cuándo; de modo que no se corre gran riesgo en la compra. Pero las enseñanzas no se pueden transportar en otro recipiente, sino que, una vez pagado su precio, necesariamente, el que adquiere una enseñanza marcha ya, llevándola en su propia alma, dañado o beneficiado.”




viernes, 12 de junio de 2015

CULTURA PERNAMBUCANA.




Los pernambucanos no nos asombramos al encontrarnos de pronto con una pareja de repentistas guitarra en mano. O cuando presenciamos un espectáculo circense en un paso de peatones, nos encontramos con un desfile de maracatu aunque no sea carnaval. El arte de la calle forma parte del paisaje. 


La cultura popular siempre estuvo ahí, por las esquinas. Según la historiadora e investigadora Sylvia Couceiro, de la Fundación Joaquim Nabuco, “La cultura popular se desarrolla prácticamente a partir de su integración en la calle. Los desfiles son la mayor expresión y la vivencia de esto. La gente no tendría en Pernambuco lo que hoy tiene si no existiese esa integración e intercambio entre las personas”.



Esta relación indisoluble fue puesta en cuestión por una ley que puso a la clase artística en pie de guerra. La imposición de reglas, como la no participación de menores de 14 años, la exención de la financiación privada de los espectáculos, y sobre todo, la limitación de horario entre las 10h. y las 22h, hirió la esencia del arte en la calle y la libertad de expresión, suscitando el debate. Desde entonces se realizaron protestas y se publicaron notas de rechazo.



El historiador Severino Vicente, profesor de la UFPE, explica que “Las manifestaciones culturales pernambucanas surgen en las calles porque se cerraron los clubes. La gente no tenía un sitio para jugar. La calle es el único lugar para mostrase, además la casa del pobre es pequeña”.




A cualquier hora, según destaca el poeta popular Sennor Ramos, la omnipresencia del arte gratuito y democrático en las calles, perpetúa el folclore local. Poetas urbanos en la historia del arte en todo el mundo dependen de ello.


Según el investigador del arte popular Jorge Filo “Pernambuco siempre fue hecho de arte, de pintores, cantantes de cordelistas declamando versos en las plazas y mercados públicos, de repentistas, de maracatus y de malabares. Severino Vicente dice que ahora el estado quiere dominar hasta la hora en que te vas a la cama.

Maxuel Kelwven Lima Silva. I.E.S. Rey Pelayo. Cangas de Onís.


viernes, 5 de junio de 2015

ACRÓSTICOS MAXUEL




Buen tiempo quieres tener,

Rica comida comer.

¿Andas tú desorientado?

Si gustas lo natural

Investiga lo encontrado

La floresta sin igual.




De muchos es conocido

De mi gusto es el mejor

Te recomiendo mi amigo

Aunque no estés convencido

No lo dudes, no señor

Kilómetros divertido.




Nunca me busco problemas,

Algo conquistase en mí.

Y quien te vio quien te ve

Ando buscando tu amor

Recuerdo bien nuestras risas


Aquí quedo con nostalgia.




Maxuel Kelwvin Lima Silva. I.E.S. Rey Pelayo.