Fragmento de Protágoras de Platón
Pero si no, procura, mi buen amigo, no arriesgar ni poner en peligro lo más preciado, pues mucho mayor riesgo se corre en la compra de enseñanzas que en la de alimentos. Porque quien compra comida o bebida al traficante o al comerciante puede transportar esto en otros recipientes y, depositándolo en casa, antes de proceder a beberlo o comerlo, puede llamar a un entendido para pedirle consejo sobre lo que es comestible o potable y lo que no, y en qué cantidad y cuándo; de modo que no se corre gran riesgo en la compra. Pero las enseñanzas no se pueden transportar en otro recipiente, sino que, una vez pagado su precio, necesariamente, el que adquiere una enseñanza marcha ya, llevándola en su propia alma, dañado o beneficiado.”
Hola Violeta, somos Xin Xin y Mahfud. Vimos tu artículo y nos gustó mucho.
ResponderEliminarSon bonitos los huevos pintados. El cornulete a Mahfud no le gusta pero Xin Xin quiere probarlo.
Buena suerte y hasta pronto, Mahfud.
Hasta la vista, Xin Xin.
En Brasil hay también la tradición de los huevos pintados. Los padres los esconden para que los niños los busquen. Son de chocolate y se comen.
ResponderEliminarChao. Maxuel
Muy interesantes vuestras colaboraciones sobre la cultura de vuestros países.
ResponderEliminarParece que la tradición de los huevos de pascua se extiende por todo el mundo.
Gracias y mucho ánimo con el español.
Carlos Massé
Gracias por vuestros comentarios. Violeta
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