Aquel día, 24 de febrero, a las cuatro y pico de la tarde estaba jugando al fútbol con mi hermano. Pero mis pases y chutes de balón estaban siendo fatales. Pero lo que no sabía es que aquel día podría ser peor.
Me estaba enfadando con el balón y conmigo mismo. Mi hermano al darse cuenta dejó de jugar y me llamó para jugar a la cometa, pero hasta el viento parecía mi enemigo. No conseguía elevar la cometa en el cielo azul, porque no había bastante viento. Acabé por destruir la cometa.
- ¿Quién la hizo?
- Yo, con mucho cariño y delicadeza.
Enfadado y al mismo tiempo triste, le propuse a mi hermano caminar.
- ¿Qué respondió?
- ¡No!
Pero no me puse más triste. ¿Por qué? Porque mi hermano y yo no nos llevamos bien del todo.
Fui caminando durante un rato, calculo que fue un kilómetro. Entonces comencé a correr, muy lejos, nunca había ido tan lejos corriendo. Ya no estaba enfadado ni triste porque había disfrutado tanto del paisaje que tenía el pecho lleno de alegría.
Al volver,
- ¿Corriendo?
- ¡Sí!
En el camino estaba pensando en llegar a casa cansado, pero que muy cansado. Entonces me vino una idea a la cabeza: Voy a contar a mis padres hasta dónde fui. Pero el día malo para mí no había terminado.
Yo pensando al llegar que mis padres iban a decirme: Bien hecho, has hecho un buen ejercicio físico. ¡Pero no! Al llegar a casa, cansado y con sed, piqué a la puerta y abrió mi madre. Al verme cansado, jadeando y sudoroso, podría haber llenado una piscina, me preguntó: ¿dónde estabas? Fui corriendo hasta Següencu y volví también corriendo, le respondí. Entonces me dijo: Tú no puedes macharte sin decirnos nada, y si te pasa algo. No sabemos donde estabas, y si te pasa algo grave…y más y más riña. Luego quedé enfadado, porque no era esto lo que estaba esperando. Sólo fueron riñas.
Fui a ducharme y después de unas horas mi padre me mandó a estudiar, pero cerré la puerta de mi cuarto y le hice la pelota. Ahora estoy terminando lo que estoy escribiendo y son las ocho y media y tengo la garganta mal. Creo que fue del sol y ahora tengo tos.
A mi tambien me riñen por llegar tarde a casa. Yo voy a Villa en bici desde la Felguera. Ahora tengo el brazo derecho escayolado desde la muñeca hasta el codo. Me lo rompí con la bici.
ResponderEliminarHola a mi me encantan las cometas, lástima de cometa, tienes que hacer otra.