Fragmento de Protágoras de Platón


“…los que llevan las enseñanzas por las ciudades, vendiéndolas y traficando con ellas, ante quien siempre está dispuesto a comprar, alaban todo lo que venden. Mas, probablemente, algunos de éstos, querido amigo, desconocen qué, de lo que venden, es provechoso o perjudicial para el alma; y lo mismo cabe decir de los que les compran, a no ser que alguno sea también, por casualidad, médico del alma. Por lo tanto, si eres entendido en cuál de estas mercancías es provechosa y cuál perjudicial, puedes ir seguro a comprar las enseñanzas a Protágoras o a cualquier otro.

Pero si no, procura, mi buen amigo, no arriesgar ni poner en peligro lo más preciado, pues mucho mayor riesgo se corre en la compra de enseñanzas que en la de alimentos. Porque quien compra comida o bebida al traficante o al comerciante puede transportar esto en otros recipientes y, depositándolo en casa, antes de proceder a beberlo o comerlo, puede llamar a un entendido para pedirle consejo sobre lo que es comestible o potable y lo que no, y en qué cantidad y cuándo; de modo que no se corre gran riesgo en la compra. Pero las enseñanzas no se pueden transportar en otro recipiente, sino que, una vez pagado su precio, necesariamente, el que adquiere una enseñanza marcha ya, llevándola en su propia alma, dañado o beneficiado.”




viernes, 22 de octubre de 2010

Transilvania.




Hace dos años fui a visitar el castillo de Drácula. En Rumania es muy famoso. Había muchos cuadros y muchas armaduras.

Bajamos muchas escaleras y llegamos a un sótano que daba miedo. Allí había unas mazmorras y los diarios de las personas prisioneras.

Vimos a la bisnieta de Drácula que hablaba rumano, pero con acento francés. Nos contó la historia del castillo y de su familia. Nos dijo que desde una torre, cuando estaban en guerra, veían desde que parte venia el enemigo. Allí había siempre un cuervo.

También visitamos la tienda donde había muchos recuerdos. Yo me compré velas que estaban rojas y tenían la cara de Drácula y un diario de los prisioneros.

Le dice Drácula porque cuando mataba a sus enemigos, bebía la sangre.



Alexandra Camelia Cioara. I.E.S DE LLANES.

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